2024

MAVI Museo de Artes Visuales. Santiago Chile

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La obra Falso histórico (2025), es una serie compuesta por 72 imágenes radiográficas en cajas de luz que buscan generar en el espectador una experiencia interpretativa de imágenes que todavía no han sido completamente codificadas y que se sitúan en un espacio intermedio entre el análisis científico, el patrimonio y las artes visuales.  La reinterpretación de códigos estéticos arraigados culturalmente se presenta de forma misteriosa en el montaje de la exposición. Secretos ocultos en piezas escultóricas indefinidas, cuyo interior deja entrever sutilmente figuras arquetípicas clásicas y capas que reflejan estratos temporales.

El título Falso histórico hace referencia a un concepto utilizado en arqueología, arquitectura y estudios patrimoniales, que se utiliza para nombrar objetos o construcciones antiguas que han sido modificadas o reparadas, alterando su constitución original. De esta manera, cuando alguno de estos objetos es sometido a un análisis de imagenología, como es el caso de los rayos X, se puede apreciar la utilización de un material o pigmento distinto al original.
El imaginario que da inicio a este proyecto se origina en la observación de un procedimiento que se lleva a cabo en Chile y otros países de América Latina. Dicho procedimiento es realizado por los municipios, y consiste en pintar esculturas que presentan daños causados por la oxidación. Esta acción no restaura la escultura, sino que solo oculta el daño, y al año siguiente le aplican una nueva capa de pintura. Este proceso lleva a la formulación de interrogantes que constituyen la génesis del proyecto: ¿qué pasará en 150 años con estas esculturas?

Esta obra se exhibió por primera vez en el Museo MAVI en Chile, a comienzos de 2025, exposición que consistió en disponer una serie de 72 radiografías en diálogo con 72 piezas escultóricas de pequeño formato, esculturas a las cuales se les realizó el análisis de rayos X que retrata la serie. Esta puesta en escena permite, asimismo, otros montajes que incluyan solamente las radiografías en cajas de luz, acompañadas de fotografías de las piezas escultóricas.

El proceso de creación de estas piezas se desarrolló mediante un trabajo experimental, en el que se emplearon esculturas de yeso, copias de bajo valor comercial que sirvieron de base. Figuras religiosas, venus, militares, fueron cubiertos capa a capa con pinturas de diferentes composiciones químicas. Tras un período de dos a tres meses, es decir, tras la aplicación de aproximadamente 120 capas, cada pieza perdió su forma original, para posteriormente análizarlas con rayos X. Durante el proceso de intervención material sobre estas piezas, no fue posible prever los resultados que finalmente aparecerían en las radiografías. El resultado siempre fue una sorpresa, una aparición.

Esta obra ofrece la oportunidad de reinterpretar imágenes codificadas bajo un imaginario científico, las que todavía requieren de especialistas con ojos entrenados, capaces de interpretar densidades de materiales que hablan del tiempo. Esto permite activar una interpretación alternativa de un público no entrenado, posibilitando la apertura hacia otro registro de mirada.
 

 

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